martes, 11 de febrero de 2014

EL RELOJ DE MACHALA (III): El primer reloj municipal de Machala

Dr. José M. Castellano Gil
Prometeo - SENESCYT

Después del frustrado intento por adquirir un reloj para el municipio, como vimos en el número anterior de este Suplemento "Nuestra Tierra", en la sesión de 22 de junio de 1900, el Consejo de Machala decide comisionar al concejal Arístides Serrano, residente en Guayaquil, para que recaudara, por incumplimiento de contrato, el importe adelantado y los intereses respectivos al avalista de Carlos Pappe, proponente de la adquisición del reloj, y que dicha cantidad fuera depositada en una entidad financiera de Guayaquil a nombre del Municipio. Asimismo facultaba al concejal Serrano a realizar las gestiones convenientes con las casas importadoras allí establecidas respecto a la adquisición de un reloj para el torreón de la Municipalidad con un costo apropiado, en el menor tiempo posible y que mantuviera permanentemente informada a la Comisión municipal.


De este modo en la sesión de 3 de julio de 1900 el concejal Serrano daba cuenta al Consejo que había recibido del garante 650 sucres y el compromiso de percibir en el plazo de seis días la diferencia restante, momento en que, entonces, daría por cancelada la respectiva escritura del contrato por falta de cumplimiento y que depositaría la suma total en uno de los bancos de Guayaquil. El comisionado informaba, asimismo, que había entrado en contacto con Martin Reinberg, quien le había ofrecido traer, por poco costo, un reloj de Europa con las mismas características del que estaba ubicado en el edificio del Banco Hipotecario de Guayaquil.

La Municipalidad de Machala decide otorgarle plenas facultades para el establecimiento de negociaciones con el Sr. Reinberg con la advertencia de que procurara en todo la mayor economía y que el reloj fuera importado directamente a Puerto Bolívar. Y concedía autorización para que, en el caso de que el contratista solicitara una cantidad por adelantado, utilizara el dinero recaudado del Sr. Molestina por la cancelación del contrato anterior.

Llegado a este punto consideramos de interés esbozar una breve semblanza de Martín Reinberg por su significación y por ser el mediador en gestionar la adquisición en Europa del reloj municipal de Machala. De padres norteamericanos, Martín Reinberg nace en Riga en 1862, pero siendo un adolescente se traslada a Guayaquil donde residía su tío David Eder. Allí se inicia en el mundo del negocio y trabaja para "Eder, Mayer and Secker" y poco tiempo después funda, en 1871, su propia sociedad exportadora de cacao "Merge and Reinberg", que luego se transformaría en "Martín Reinberg y Cía".

En 1886 Martín Reinberg, junto a Leonardo Stagg, invierte en la instalación de la primera cervecería de Guayaquil, en el barrio Las Peñas, empresa embrionaria de la Pilsener. Y entre 1883-97 desempeñó el cargo de vicecónsul de EE.UU. en Guayaquil y fue uno de los fundadores de la Cámara de Comercio. Por esa época la Casa Reinberg era una de las más importantes firmas importadoras y exportadoras de Guayaquil y sus principales actividades se centraban en el comercio del cacao y cueros, aunque también formalizaba contratos con el gobierno y con las municipalidades.

A principios de enero de 1900 fue electo Gerente del Banco Comercial y Agrícola. Sin embargo un desfalco realizado por dos de sus funcionarios, que provoca la quiebra del Banco Comercial y Agrícola, fue el motivo esencial de su renuncia a la Gerencia. Posteriormente ejerce como representante de la casa newyorkina de exportaciones e importaciones "Andean Trading Co", que se transformaría con el paso del tiempo en la "Casa Americana", con sucursales en Manta y Quito, y también se dedicaba al comercio y exportación de cueros, oro y cacao, para lo cual tenían una curtiembre situada en El Oro.

El reloj adquirido por las gestiones de Martín Reinberg fue construido a principios del siglo XX por la firma alemana de Johann Friedric Weule, ubicada en la localidad de Bockenem. Esta empresa fue creada en 1836 y alcanzó un gran prestigio internacional por la excelente calidad de sus productos, motivo por el cual recibía encargos de relojes y fundiciones de campanas destinadas a usos públicos como torres de ayuntamientos, campanarios de iglesias, estaciones de ferrocarril y edificios públicos de diversas ciudades tanto europeas como latinoamericana. Así en el ámbito americano se constate la existencia de diversos relojes de la marca Weule que todavía hoy están en pleno funcionamiento, como en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Puerto Cabello (Venezuela) de 1871; en la torre de San Juan Sacatepéquex (México) de 1890; en la iglesia de la Parroquia Santiago de Esquipule (Guatemala) de 1897; en el Cabildo de Asunción Mita (Guatemala) de 1901; en el Palacio de los Capitanes Generales en La Habana (Cuba) de 1908; en la Casa de Gobierno de Neuqué (Argentina) de 1923; y en el Palacio Legislativo de Buenos Aires (Argentina) de 1930, entre otros.

En cuantos a las características del reloj podemos señalar que el funcionamiento de la maquina se realiza por medio de pesas, requiriendo 2,40 metros de caída por 24 horas; es de cuerda manual por medio de manivela y la regulación del tiempo se ejecuta a través del péndulo. Está compuesto por dos sistemas: el sistema de tiempo, que se marca en los punteros de las esferas, y la sonajería, que indica las medias horas y las horas por medio de campana. Los piñones de la máquina del reloj son de bronce. Y en la parte superior del armazón de la máquina del reloj lleva inscrito, en alto relieve, el nombre del fabricante J.F. Weule y en su parte inferior, igualmente en alto relieve, el nombre de la ciudad de origen Bockenem y el año de su fabricación 1900.

Desgraciadamente, por ahora, poco más podemos aportar sobre el proceso de su adquisición, su llegada a Machala y su inauguración, etc., pues la carencia documental nos impide profundizar al respecto. En cualquier caso, podemos afirmar que en esta ocasión se hizo realidad la aspiración del Concejo de contar con un reloj municipal y es muy probable que su inauguración tuviera lugar el 23 de abril de 1901. Y para ello, nos fundamentamos en el dato proporcionado por el Soc. Galo Salcedo, quien pudo tener acceso a esa referencia en concreto, ya que durante varios años desempeñó labores de archivero en el municipio. Pero no cabe duda alguna que Salcedo cometió un leve error de transcripción a la hora copiar el año en cuestión (1900 en vez de 1901), como está recogido en su libro "Machala 455 años de historia. Compendio histórico de la ciudad". Y esta deducción tiene como base fundamental el propio soporte documental de las Actas Municipales, pues como hemos visto, en nuestro trabajo anterior en este mismo Suplemento, por esa fecha todavía se estaba gestionando el primer intento frustrado de adquisición de reloj por Carlos Pappe y como hemos señalado, al principio de este artículo, en junio de 1900, es decir dos meses después de la fecha de inauguración que propone el Soc. Galo Salcedo, el Concejo estaba todavía en fase de designar al concejal Serrano para que gestionara la adquisición del reloj municipal.

Por último, con respecto a la campana ubicada en su momento en la Torre Municipal, y que actualmente se encuentra depositada en la bodega del Departamento de Control de Bienes del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Machala, desconocemos, por ahora, su intrahistoria y tan sólo podemos apuntar que fue construida en base a varias aleaciones de metales entre los que destacan un 25% en oro, metal que proporciona una mayor sonoridad, y que lleva inscrito en alto relieve el nombre de "Munich", en alusión a la ciudad donde fue realizada.

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