Dr. José M. Castellano Gil
Prometeo - SENESCYT
Después del frustrado intento por adquirir un reloj
para el municipio, como vimos en el número anterior de este Suplemento
"Nuestra Tierra", en la sesión de 22 de junio de 1900, el Consejo de
Machala decide comisionar al concejal Arístides Serrano, residente en
Guayaquil, para que recaudara, por incumplimiento de contrato, el importe
adelantado y los intereses respectivos al avalista de Carlos Pappe, proponente
de la adquisición del reloj, y que dicha cantidad fuera depositada en una
entidad financiera de Guayaquil a nombre del Municipio. Asimismo facultaba al
concejal Serrano a realizar las gestiones convenientes con las casas importadoras
allí establecidas respecto a la adquisición de un reloj para el torreón de la Municipalidad
con un costo apropiado, en el menor tiempo posible y que mantuviera permanentemente
informada a la Comisión municipal.
De este modo en la sesión de 3 de julio de 1900 el
concejal Serrano daba cuenta al Consejo que había recibido del garante 650
sucres y el compromiso de percibir en el plazo de seis días la diferencia
restante, momento en que, entonces, daría por cancelada la respectiva escritura
del contrato por falta de cumplimiento y que depositaría la suma total en uno
de los bancos de Guayaquil. El comisionado informaba, asimismo, que había
entrado en contacto con Martin Reinberg, quien le había ofrecido traer, por
poco costo, un reloj de Europa con las mismas características del que estaba ubicado
en el edificio del Banco Hipotecario de Guayaquil.
La Municipalidad de Machala decide otorgarle plenas facultades
para el establecimiento de negociaciones con el Sr. Reinberg con la advertencia
de que procurara en todo la mayor economía y que el reloj fuera importado directamente
a Puerto Bolívar. Y concedía autorización para que, en el caso de que el
contratista solicitara una cantidad por adelantado, utilizara el dinero recaudado
del Sr. Molestina por la cancelación del contrato anterior.
Llegado a este punto consideramos de interés esbozar
una breve semblanza de Martín Reinberg por su significación y por ser el
mediador en gestionar la adquisición en Europa del reloj municipal de Machala. De padres norteamericanos, Martín Reinberg nace en
Riga en 1862, pero siendo un adolescente se traslada a Guayaquil donde residía
su tío David Eder. Allí se inicia en el mundo del negocio y trabaja para "Eder, Mayer and Secker" y
poco tiempo después funda, en 1871, su propia sociedad exportadora de cacao "Merge and Reinberg", que
luego se transformaría en "Martín
Reinberg y Cía".
En 1886 Martín Reinberg, junto a Leonardo
Stagg, invierte en la instalación de la primera cervecería de Guayaquil, en el
barrio Las Peñas, empresa embrionaria de la Pilsener.
Y entre 1883-97 desempeñó el cargo de vicecónsul de EE.UU. en Guayaquil y fue uno
de los fundadores de la Cámara de Comercio. Por esa época la Casa Reinberg era una
de las más importantes firmas importadoras y exportadoras de Guayaquil y sus
principales actividades se centraban en el comercio del cacao y cueros, aunque también
formalizaba contratos con el gobierno y con las municipalidades.
A principios de enero de 1900 fue electo
Gerente del Banco Comercial y Agrícola. Sin embargo un desfalco realizado por
dos de sus funcionarios, que provoca la quiebra del Banco Comercial y Agrícola,
fue el motivo esencial de su renuncia a la Gerencia. Posteriormente ejerce como
representante de la casa newyorkina de exportaciones e importaciones "Andean Trading Co", que se
transformaría con el paso del tiempo en la "Casa
Americana", con sucursales en Manta y Quito, y también se dedicaba al
comercio y exportación de cueros, oro y cacao, para lo cual tenían una
curtiembre situada en El Oro.
El
reloj adquirido por las gestiones de Martín Reinberg fue construido a principios
del siglo XX por la firma alemana de Johann Friedric Weule, ubicada en la
localidad de Bockenem. Esta empresa fue creada en 1836 y alcanzó un gran
prestigio internacional por la excelente calidad de sus productos, motivo por
el cual recibía encargos de relojes y fundiciones de campanas destinadas a usos
públicos como torres de ayuntamientos, campanarios de iglesias, estaciones de
ferrocarril y edificios públicos de diversas ciudades tanto europeas como
latinoamericana. Así en el ámbito americano se constate la existencia
de diversos relojes de la marca Weule que todavía hoy están en pleno
funcionamiento, como en la
Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Puerto Cabello (Venezuela) de 1871;
en la torre de San Juan
Sacatepéquex (México) de 1890;
en la iglesia de la Parroquia
Santiago de Esquipule (Guatemala) de 1897; en el Cabildo de Asunción Mita
(Guatemala) de 1901; en el Palacio de los Capitanes Generales en La Habana (Cuba) de
1908; en la Casa de Gobierno de Neuqué (Argentina) de 1923; y en el Palacio
Legislativo de Buenos Aires (Argentina) de 1930, entre otros.
En
cuantos a las características del reloj podemos señalar que el funcionamiento
de la maquina se realiza por medio de pesas, requiriendo 2,40 metros de caída por
24 horas; es de cuerda manual por medio de manivela y la regulación del tiempo
se ejecuta a través del péndulo. Está compuesto por dos sistemas: el sistema de
tiempo, que se marca en los punteros de las esferas, y la sonajería, que indica
las medias horas y las horas por medio de campana. Los piñones de la máquina
del reloj son de bronce. Y en la parte superior del armazón de la máquina del
reloj lleva inscrito, en alto relieve, el nombre del fabricante J.F. Weule y en
su parte inferior, igualmente en alto relieve, el nombre de la ciudad de origen
Bockenem y el año de su fabricación 1900.
Desgraciadamente,
por ahora, poco más podemos aportar sobre el proceso de su adquisición, su
llegada a Machala y su inauguración, etc., pues la carencia documental nos
impide profundizar al respecto. En cualquier caso, podemos afirmar que en esta
ocasión se hizo realidad la aspiración del Concejo de contar con un reloj
municipal y es muy probable que su inauguración tuviera lugar el 23 de abril de
1901. Y para ello, nos fundamentamos en el dato proporcionado por el Soc. Galo
Salcedo, quien pudo tener acceso a esa referencia en concreto, ya que durante
varios años desempeñó labores de archivero en el municipio. Pero no cabe duda
alguna que Salcedo cometió un leve error de transcripción a la hora copiar el
año en cuestión (1900 en vez de 1901), como está recogido en su libro "Machala 455 años de historia. Compendio histórico de
la ciudad".
Y esta deducción tiene como base fundamental el propio soporte documental de
las Actas Municipales, pues como hemos visto, en nuestro trabajo anterior en este
mismo Suplemento, por esa fecha todavía se estaba gestionando el primer intento
frustrado de adquisición de reloj por Carlos Pappe y como hemos señalado, al
principio de este artículo, en junio de 1900, es decir dos meses después de la
fecha de inauguración que propone el Soc. Galo Salcedo, el Concejo estaba todavía
en fase de designar al concejal Serrano para que
gestionara la adquisición del reloj municipal.
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