lunes, 12 de septiembre de 2011

El PSC, un cero a la izquierda

Paulino Rivero decía recientemente que los diputados canarios del PSOE y del PP no pintan nada, políticamente, en el Congreso de los Diputados. Tampoco le faltaría razón al Presidente si afirmara -seguramente que lo piensa- que los diputados del PSC son un cero a la “izquierda” en la gobernabilidad de Canarias.

La vía del servilismo socialista canario a Coalición Canaria -ese posibilismo, como algunos lo han conceptualizado- fue la tendencia triunfadora en el último Congreso del PSC encabezado, que no liderado, por José Miguel Pérez. Y a partir de ese momento se impone un modelo de gestión política definido por “decir una cosa” y “hacer la contraria”. Esto me recuerda aquella vieja enseñanza doméstica de nuestras madres que decía: “mi niño, haz lo que predica el cura pero no lo que él hace”. Quizás sea esa una de las influencias recibidas por José Miguel Pérez durante su etapa como docente en el colegio claretiano y que ahora termina por marcar la pauta de este nuevo socialismo canario que predica regeneración y practica conservadurismo.

El predicamento del PSC
No hace mucho tiempo, tan solo unos meses atrás, el portavoz socialista en aquellos momentos, Francisco Hernández Spínola, consideraba que el director de la Radio Televisión Autonómica de Canarias (RTVC), Willy García, no dada el perfil para continuar en su cargo. Poco tiempo después -ya como miembro de la comisión negociadora que cerró el pacto de gobierno regional entre CC y PSC- anunciaba que unos de los grandes acuerdos de gobernabilidad era que el nuevo director de RTVC sería elegido por el Parlamento de Canarias y no por el Consejo de Gobierno como se había hecho hasta entonces. Además Spínola se comprometía a que el nuevo director tendría que ser “una persona con prestigio, independiente y objetiva”, a gusto no sólo de los partidos del Gobierno sino también de la oposición y anunciaba, también, la aplicación de un nuevo modelo de televisión pública. Casi cien días después de la toma de posesión del nuevo gobierno, nada de nada.

La pasada semana Paulino Rivero regateó en corto y rompió en mil pedazos la cintura al PSC. El Presidente dejó claro que por ahora el nombramiento del nuevo director de la RTVC queda aparcado porque “no es una prioridad”, destacó la capacidad, trabajo y honestidad de Willy García y la posibilidad de su continuidad. Y es que Paulino está para otras cosas. Consciente que estamos en vísperas de unas elecciones generales, ha lanzado un mensaje en clave electoralista: “no se puede utilizar la crisis para debilitar la autonomía”, al tiempo que se comprometía en esforzarse en captar subvenciones europeas para afrontar este período de recesión. Ese llanto de pardela choca con la desastrosa gestión y planificación, con una política de derroche, con el despilfarro de los fondos europeos y con la falta de previsión de los sucesivos gobiernos de CC.

El caso de la RTVC es un mero ejemplo de una maraña más compleja pero, sin duda, supone una sangría económica que grava las arcas públicas canarias, con un déficit anual, según cálculos extraoficiales, de unos 15 millones de euros. Y si a ello, añadimos que el Ente autonómico no presta el servicio público para el que fue concebido y que cuenta con un nivel de audiencia penoso y casi testimonial, pues apaga y vámonos pá Alemania, Santi.

La praxis del PSC
Paco Spínola está ahora centrado en su único objetivo: transformar la Administración canaria; al actual portavoz del PSC, Francisco Farjado, no se le oye; y José Miguel Pérez, vicepresidente del gobierno, intentando dar un giro a la educación en Canarias, no sabemos todavía en qué dirección. Únicamente la exdiputada Gloria Gutiérrez, actual directora general de Empleo, se atreve a salir a los medios para recordarnos que el pacto de gobierno CC-PSC recoge que el director RTVC será nombrado por el Parlamento de Canarias y que debe cumplirse el acuerdo. ¿Y todo lo demás, qué? Tanto follón durante la pasada legislatura para esto: es decir, para nada.

Este es el gran dilema del PSC, su contradicción entre lo que dice y hace. Y el asunto de la RTVC es uno más de tantos. Por cierto, ¿Qué sucede con las 60 medidas, 60 razones para gobernar? según rezaba su programa electoral. Por señalar una, la más llamativa según sus promotores, sin mencionar la creación de los 100.000 puestos de trabajo. Me refiero a la Oficina Anti-fraude. ¿Dónde está? Ah, se me olvidaba. El PSC no gobierna. Es simplemente un cero a la izquierda.

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